"Yo te enseñare el miedo en un puñado de polvo..."
T.S. Eliot
Las tierras yermas
El miedo es un puñado de polvo
Que solo y torturado se arrincona.
Arácnidas rojas chorreando sangre,
Engaño y soledad llenan mis pesadillas
De vejez inutilizada, de conformismo atada...
El polvo de mi miedo es que no pase nada,
Quedarme aquí por siempre recordando
La tortura de mi padre,
El cáncer de mi hermana,
Mis garras gastadas
Y la soledad riendo de mi madre,
Aventándole monedas
Contándole las verdades de su hija.
El polvo de mi miedo
Soy yo misma,
La parte que repta,
Que ríe debajo de mi almohada...
O simplemente nunca poder,
Que el miedo al miedo mismo me inutilice,
O que el miedo al miedo mismo se me quite...
Pavor a esa hoja en blanco,
La que nunca podré llenar.
Pavor a esa palabra
Que siempre se me escapara...
O al día en que tenga que afrontar el espejo
Y ver el rostro de mi padre
Viéndome de regreso...
Sonriendo y cumpliendo la profecía.
En mi puñado de polvo se revuelven imágenes a montón,
Recuerdos borrosos como de fiebre
Que no quiero ver,
Ni recordar jamás...
Y la calvicie de mi hermana,
Sus ojos de convulsión,
La ira que encerró.
Mi demonio interno
Y mi propio infierno,
El simio a mis espaldas encajándome las garras
Ganándome y brincando en remolinos de marihuana.
Miedo a mi propia fragilidad
Y a ver las imágenes que nunca pude sanar
Hasta en mi lecho de muerte...
El miedo cabe en un puñado de polvo.
Que solo y torturado se arrincona.
Arácnidas rojas chorreando sangre,
Engaño y soledad llenan mis pesadillas
De vejez inutilizada, de conformismo atada...
El polvo de mi miedo es que no pase nada,
Quedarme aquí por siempre recordando
La tortura de mi padre,
El cáncer de mi hermana,
Mis garras gastadas
Y la soledad riendo de mi madre,
Aventándole monedas
Contándole las verdades de su hija.
El polvo de mi miedo
Soy yo misma,
La parte que repta,
Que ríe debajo de mi almohada...
O simplemente nunca poder,
Que el miedo al miedo mismo me inutilice,
O que el miedo al miedo mismo se me quite...
Pavor a esa hoja en blanco,
La que nunca podré llenar.
Pavor a esa palabra
Que siempre se me escapara...
O al día en que tenga que afrontar el espejo
Y ver el rostro de mi padre
Viéndome de regreso...
Sonriendo y cumpliendo la profecía.
En mi puñado de polvo se revuelven imágenes a montón,
Recuerdos borrosos como de fiebre
Que no quiero ver,
Ni recordar jamás...
Y la calvicie de mi hermana,
Sus ojos de convulsión,
La ira que encerró.
Mi demonio interno
Y mi propio infierno,
El simio a mis espaldas encajándome las garras
Ganándome y brincando en remolinos de marihuana.
Miedo a mi propia fragilidad
Y a ver las imágenes que nunca pude sanar
Hasta en mi lecho de muerte...
El miedo cabe en un puñado de polvo.
Es ese cuervo negro
Que pesa en nuestras espaldas
Y nos da pavor
Solo echarlo a volar...
Que pesa en nuestras espaldas
Y nos da pavor
Solo echarlo a volar...
5 comentarios:
Entre más te leo, más me gusta lo que encuentro, y la oscuridad de tus escritos tienen, de curiosa manera, cierta luz, que vierte belleza triste, síguele.
Tal cual asi lo siento. pero creo que jamas lo describiria tan perfecto como lo haz hecho tu, porque el solo hecho de pensarlo me da escalofrios, me sudan las manos.. en fin.
Saludos
carrotcita,
tus escritos son valientes, la forma me encanta y el contenido me golpea los pensamientos.
tú eres muy valiente; todas las experiencias nos constituyen y por muy difícil que parezcan las situaciones hemos sido creados para ser maravillosos.
deslumbra al mundo ¡¡¡¡
abrazos varios.
el polvo de mi miedo, soy yo misma.
creo que eso lo dice todo
Muy bueno, me recuerda al libro de Stephen King "La torre oscura III" el poema de T.S Eliot y lo del mono en mi espalda. Me gusto mucho lo que escribiste. Gracias por compartilo.
Saludos
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