Pero quise escribir de una mujer, de la que me volvipo adicto a sus besos, de la Chulada de Ángel que que en mis brazos se posó en unas cuantas ocaciones, que em dió vida, pasión y belleza con su mirar, esos ojos pispiretos en los que me perdía, que me entretenía con las adrables pecas de su cara, que eran de lo más bello que mis labios han tocado, casi tan bellos como sus labios, pero aún así lejos de alcanzar la belleza de su alma, que creo, que espeo mi labios también hayan alcanzado; Olí un Ángel, y me embriagué con su aroma, y corrí mis dedos por su cabellera, la besé como a nadie he besado, más que a ninguna, y no fueron suficientes besos, eso es adicción, que entre más la acaricié, más necesitaba acariciarla, abrazarla, protegerla, y besarla, gracias por añadir a mi vida tu escencia, te agradezco todo, todo lo que recibí de tí, que aprendí que lo que es estar vulnerable, quitarme de barreras y dejarte entrar, aunque, méndiga, ya te habías colado por entre mis muros, y qué bueno que lo hiciste. De esto quise hablar, pero muy trillado.
Quise hablar de la soledad que tuve al estar en este país donde no conocía a nadie, que tras haberme mudado a Colorado, y pasar mes y medio aquí, y ser miserable, cuidándole la casa a una tipa MUY desorganizada y enfadosa, que desués de estar acostumbrado a la independencia total, tuve que depender de alguién que no es buena persona, que asfixiaba, y teniendo que salirme de la casa, un día exploté y le dije que era miserable, que a me andaba por irme, y que odiaba vivir en la misma casa que ella, asi que me echó a la calle, con veinte minutos para empacar todo lo mío o le hablaría a la policía, asi que a la calle son mis tiliches, un lunes por la noche, casi sin dinero, sin puta idea de a dónde ir, sin un lugar donde dormir, pero con un alivio enorme. Quise hablar cómo la cálida noche de Agosto me decía que todo era para mejor, y no era raciocinio, era que sentía haberme quitado un gran peso de encima, y que mi vida estaba cambiando de manera tan importante, que ser indigente era mejor que vivir en esa pinche casa......Pero ella no lo vale, asi que seguí buscando.
Una vez casi me corté las venas, pero de eso ya escribí hace tiempo, aunque es uno de los momentos de mas peso en mi vida, no ví cómom añadir nada nuevo al tema ( Lee "Noche Fría" de hace unos meses ), además de que ya chole, repetitivo.
Me despostillaron el corazón, y no me quería dejar caer en depresión, asi que fuí a mi primera clase de Capoeira, brinqué, canté, tiré patadas, dí vueltas, corrí, aplaudí, y sudé, todo con un grupo de gente que nunca había visto antes en mi vida, lo necesitaba, sentí pasión, me divertí, gracias Capoeristas, que son una familia, y son una terapia, nada mejor que la belleza mezclada con sudor y endorfinas para aliviar el alma, para cambiar cosas para bien. Una clase de introducción cambió muchas cosas de mi vida, esparciendose de las clases a los demás aspectos del día a día. Pero quizá no era la mejor opción para este tema.
Lo cierto es que mi vida es esa experiencia sensorial, que mi forma de ver la vida cambia por que mi vida cambia como veo las cosas, es accion y reacción, directa e inversamente proporcional, asi que si tengo que escoger una cosa, pues lo escojo todo, por que la vida no es más que una secuencia de eventos, memorias hiladas en orden cronológico, todo nos forma, y cualquier cosa nos cambia, ahora, sólo unas cuantas cosas nos mueven de manera completa, nos afectan hasta el núcleo, y me gustaría cambiar eso, asi que si pongo un solo evento, los demás eventos quizá se pondrán celosos, y no quiero eso, por que Yo soy todos esos eventos, sin cualquiera de ellos podría ser enteramente diferente, y eso, eso es tema para otra ocasión.