Tenía 5 años cuando entré a la primaria, era una niña linda, tierna, tímida y un tanto solitaria; mi mamá me peinaba de dos coletas, y a pesar de no tener muchos amigos, recuerdo que era feliz, muy feliz...
El primer día de clases, lloré, y a pesar de que mi hermana estaba conmigo en la misma escuela, yo no quería separarme de mi mamá... El uniforme era un jumper blanco y un suéter rojo que tenía mi nombre grabado en la parte superior derecha, para mi era morado, pero mi mamá me decía que no, que su color era rojo, llevaba calcetas blancas y unos hermosos zapatos de charol; mi maestra me parecía muy linda y bonita, hoy ya no recuerdo ni su nombre ni su rostro...
Cierto lunes, durante los honores a la bandera, me dieron muchas ganas de hacer pipí, le pedí permiso a mi maestra de ir al baño pero no me dejó, continúe insistiendo dos o tres veces más, pero ella nunca accedió, no le importaba mi carita de desesperación ni el verme moverme inquieta en mi lugar; me decía que tenía que aguantarme hasta que terminara porque era una "falta de respeto a la bandera" irme en ese momento; a una niña de 5 años no puedes hacerla entender qué significa eso de faltarle al respeto a la bandera y mucho menos cuando está a punto de hacerse pipí; y en efecto, no logré entender que era eso de lo que ella hablaba pues en ese momento era lo último que me importaba y me hice ahí mismo, a mitad del patio y mientras todos cantaban en coro el "Himno Nacional Mexicano". Recuerdo que mis piernas se fueron chorreando de un líquido amarillo y tibio que venía de entre mis piernas, que todos se rieron cuando se dieron cuanta que debajo de mi había un charco y que terminé llorando en la oficina del director esperando a que mi mamá llegara por mí...
domingo, agosto 26
De cuando me hice pipí...
Recuerdo haber posteado esta historia en algún otro remoto lugar de la blogsfera, pero ésta de aquí, será una versión distinta....
Hasta hace poco no recordaba el porqué me desagrada tanto esa clásica actividad que se realiza por lo regular cada lunes en todas las escuelas: los "honores a la bandera"; hasta que cierto día, a mitad de una platica familiar llegó ese recuerdo a mi memoria...
Publicadas por Miss B. a la/s 4:22 p.m.
Etiquetas: anecdotas de escuela, Blanche
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6 comentarios:
tierna historia, llena de emoción y de luces del pasado.
wakalas !!
bueno y tierna awwwwwwwww *-*
yo si me acuerdo ontaba jojojojo
Te interesa TLC? Saludos y confirma en mi blog!
que triste ;___(
tuve la imagen mental cuando lo leí y es muy triste!
buu.. esas cosas pasan.. SAludos Blanche
me gusto tu relato. un poquito mas agrio y junto con esa crudeza estaria como para tomarlo dentro de un blodymary en la playa a las doce del medio dia.
saluditos.
=)
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